lunes, 26 de abril de 2010

DESATASCO DE FREGADERO

Cuando un fregadero nos presenta problemas y no vacía bien o nada el agua y se nos queda estancada, podemos asegurar que tenemos un atasco.
Formas de solucionarlo:
Una vez que vaciamos el agua con los medios que tengamos a mano; quitamos todo lo que tengamos debajo del fregadero (lo que solemos almacenar ahí), y dejamos diáfano el espacio. Colocamos un cubo ó cualquier recipiente que nos quepa debajo del sifón de desagüe de tal manera que al liberarlo el agua que contenga no nos ponga el suelo ó el mueble lleno de agua. Comprobamos el paso de líquidos por el sifón y si está obstruído lo limpiamos, montamos de nuevo y si el agua discurre con velocidad por el desagüe, esta solucionado. Para desmontar el sifón del fregadero, basta con aflojar las roscas que unen dicho sifón con a) la válvula de desagüe del fregadro y b) con el tubo que une el sifón con la pared. A la hora de volverlo a colocar se debe poner especial atención en las juntas de plástico negras que abrazan el tubo. Observamos que presenta un lado muy delgadito y otro más grueso. El lado delgado es el que debemos colocar de tal manera que se introduzca dentro del sifón y al enroscar se aprieta y evita la salida de agua. Existen varios modelos de sifones Los más corrientes son los de botella, y los que forman una U
Si el atasco persiste una vez realizadas todas las operaciones anteriores; debemos proveernos de una "culebrilla" para desatascar tuberías de menor diámetro. Lo podemos encontrar en las ferreterías de varios metros de longitud. (Normalmente los desagües de fregadero se localizan cerca de la bajante, a unos tres ó cuatro metros). Introducimos la culebrilla por la cañería de desagüe que entra en la pared y cuando notemos resistencia, empujamos al mismo tiempo que giramos la culebrilla. Nos iremos encontrando varios puntos de resistencia. Esto es debido a que tenemos un mínimo de dos codos de 90º en la cañería que enlaza con la bajante. Haremos todos los intentos que sea necesario hasta que dicha resistencia sea nula. Cuando consigamos esto, colocamos el sifón correctamente y apretamos bien las tuercas de unión y echamos agua por el fregadero. Si observamos que "baja" bien, procedemos a colocar el tapón en el desagüe y llenamos el fregadero con agua caliente. Lo vaciamos y si observamos que se produce un "remolino"  vacía el agúa, podemos asegurar que el problema está resuelto.
Si a pesar de todo esto, no se soluciona el problema, debemos avisar a un fontanero. Tienen los medios adecuados para realizar el desatasco.
Recordad que siempre se debe trabajar con guantes y no utilizar productos químicos que pueden dañar las tuberías y provocar un problema mayor. 

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